De menor a mayor en lo que va del
mundial, México demuestra una actitud sobresaliente frente a Brasil, el anfitrión; consecuentemente calla algunas bocas demostrando que está a la altura de cualquier equipo que
se le enfrente.
Definitivamente la actitud mexicana ha cambiado, dejando atrás el
“sí se puede” por un “¡por supuesto que se pude!”. Y que lo digan, el sí se
puede no cabe más, la selección mexicana debe considerar que a pesar de sus
tropiezos el estado mental es el que cuenta. La mentalidad debe cambiar en
colectivo. La afición se ha visto como nunca, desde abajo, saliendo a flote, y
exponiendo un futbol con dignidad.
Hoy un equipo superior le ha
costado mantenerse y con verdadera suerte se ha librado de varios disparos.
Brasil también resiente este partido, no obstante, como favorito, sus ojos
están más allá. Si es permisible decirlo, a Brasil de la falta algo. El “jogo bonito”
desaparece y se sumerge dentro de un estilo un tanto más ordenado y
disciplinado. Aunque no podemos negarlo: Brasil es Brasil.
Memo Ochoa salva a México en al
menos tres ocasiones y varias posibles de gol. Infartantes los remates de
cabeza del señor Neymar y el equipo más peligroso del grupo sufrió en cada
segundo. Sin embargo el partido no se decantó en su totalidad hacia el lado
carioca, la selección de México tuvo oportunidades muy cercanas de gol.
Veamos cómo sigue la atmosfera en
el siguiente partido…
Saludos!!
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